Era Joan Brossa quien decía que todo texto no es más que un alfabeto desordenado. La propuesta de María Ángeles Pérez López en este libro es una reflexión sobre esa misma extraña cualidad que es pronunciar, sacar al aire un temblor organizado como quien emprende viaje hacia una carne incierta y exterior: la de los nombres.
No es extraño, por tanto, que se aluda en
Carnalidad del frío
a un compromiso de corporalidad con el mundo, que recuerda otros libros de la escritora. Tampoco es ajena a ese compromiso una conciencia del propio cuerpo, del silencioso espacio de la piel de pronto desbordado por el mapa del deseo. Así es como se amasa en este libro una misma saliva: amar y nombrar.
Tomás Sánchez Santiago
It was Joan Brossa who said that no text is anything more than a disorganized alphabet. In this book, María Ángeles Pérez López proposes a reflection upon that same strange quality of uttering, of giving voice to a tremor organized like someone setting forth on a voyage toward an uncertain and exterior flesh: that of names. It is thus not strange that
Carnality of Cold
alludes to a commitment to carnality with the world, recalling other books by the same author. Nor is an awareness of the body itself, of the silent space suddenly overwhelmed by the map of desire, alien to that commitment. Thus this volume creates a unified whole: of loving and naming.