Publicada en 1865,
Cartas a los delincuentes
es una obra fundamental de Concepción Arenal, en la que la autora rompe con las concepciones tradicionales sobre el crimen y el castigo. Arenal, reconocida por su incansable labor humanitaria y social, plasma en sus cartas una perspectiva innovadora, proponiendo que los delincuentes sean tratados con dignidad y respeto, más allá de sus faltas y errores. En un tono firme pero cargado de empatía, la autora se dirige directamente a los reclusos, instaurando un diálogo que desafía las normas establecidas y avanza hacia un sistema penitenciario más humano.
A través de sus palabras, Arenal aboga por la transformación del castigo en una herramienta de rehabilitación, ofreciendo a los delincuentes una oportunidad para redimirse y reintegrarse en la sociedad. La obra es un manifiesto contra la intolerancia y la venganza, en donde cada carta se erige como una llamada a la reflexión y a la conciencia social.
sigue siendo una lectura esencial para entender el impacto de las reformas sociales del siglo XIX y para inspirar a futuras generaciones en la búsqueda de una justicia más equitativa y compasiva.