Comprender el complejo mundo en el que vivimos y discernir los signos de los tiempos en la poca que atravesamos como humanidad es una tarea esencial confiada a todas las personas. Esta labor compromete especialmente a creyentes, a la fe y a la teolog a. Dicha comprensi n y discernimiento, que necesitan de la cooperaci n de los m s diversos saberes y disciplinas, procuran alimentar experiencias humanas significativas e impulsar compromisos tico-pol ticos, personales y comunitarios. Con paciencia y sin certezas totales, ayudados por una rica tradici n que se remonta a los or genes mismos de la fe b blica en el antiguo oriente, se busca interpretar la propia encrucijada hist rica y discernir en ella la presencia de Dios en los signos de este tiempo.