Jade es una chica de diecisiete años que ha estado rodeada de demonios toda su vida, aunque nunca se ha atrevido a hablar con nadie al respecto. Ha pasado tanto tiempo con ellos que ni siquiera se pregunta por qué están allí o por qué la aterrorizan cada día; solo sabe que actúan como si ella fuera su juguete y que no parece haber nada que pueda hacer. También tiene un ángel a su lado, un ángel cuya tarea de apoyarla y ayudarla no es nada fácil, ya que ella no ve a su creador como un padre amoroso, sino como un verdugo que la hizo parte de este horrendo juego sin pedirle su opinión.
Ella es una de "Los Siete"; piezas en un juego que se ha llevado a cabo durante siglos, en el cual, a siete seres humanos, cada siete años, se les otorgan dones increíblemente valiosos al nacer, sin informarles que los tienen. Un Juego en el que los ángeles y los demonios solo pueden ser consejeros y los humanos los jugadores. Ellos deben participar en un juego cuyas reglas aprenderán a medida que se adentran en él; prueba y error, solo que el más mínimo descuido puede llevarlos a una muerte segura. En este caso, el de Jade ha sido enamorarse de su predador; el mayor error de él... haberse enamorado de ella.