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Guardines: La leyenda de los Khomnar
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En un comienzo, las fuerzas de Ehnar y Sabar de Lanark existían en constante antagonismo, pero entonces los Antiguos crearon a Sháladam, el mundo del equilibrio, e iniciaron así una guerra interminable entre los A&dacute;Erak de Ehnar y los A&dacute;Erak del Sabar, las criaturas que deseaban destruir el equilibrio y las que deseaban protegerlo. Porque decían las profecías que si el nuevo equilibrio era destruido, Lanark, el universo antiguo, terminaría por desmoronarse.
Los A&dacute;Erak del Sabar doblegaron las fuerzas del tiempo y detuvieron así la guerra, y todas las criaturas tuvieron entonces que abandonar Sháladam. Pero la amenaza de los A&dacute;Erak de Ehnar no había terminado.
Los Khomnar eran los guardianes de los cuerpos de los Eradetín, las criaturas llevadas a Sháladam para custodiar el equilibrio luego de que la guerra hubiera sido detenida. Pero las leyendas cobraron fuerza y el destino escrito comenzó a atormentar a los Khomnar, quienes vieron en Sháladam y en los Eradetín una condena de la cual nunca lograrían escapar. Las voces y los preceptos de los Antiguos comenzaron a perderse, los A&dacute;Erak habían abandonado el mundo del equilibrio. Los Khomnar se dividieron, corrompidos por las criaturas de Ehnar, y se negaron entonces a continuar custodiando los cuerpos de los Eradetín.
El equilibrio comenzaba a debilitarse, y para lograr conciliarse con los Khomnar, los Eradetín decidieron cruzar el portal hacia el mundo del cual hablaban las profecías: Nabad, donde las criaturas nacen y mueren en cuerpos propios. Pero la maldición de los A&dacute;Erak fue con ellos y entonces comenzaron a olvidar el destino que debían cumplir, y aunque nacieron en cuerpos propios, no pudieron recordar el pasado y terminaron por perderse entre los mortales.
Con los Khomnar abandonados en Sháladam y los Eradetín perdidos en Nabad, el Equilibrio de Lanark quedó a merced de los A&dacute;Erak de Ehnar. Los Ocron entonces comenzaron la búsqueda del portal hacia Nabad para dominar a los hombres mortales. Si lograban encontrarlos y llevarlos a Sháladam, podrían al fin dominar el Equilibrio; pero la más antigua de las profecías los atormentaba: "[...] Y cuando el primer Déldar haya regresado a Sháladam, el destino del Cradakab habrá sido sellado y su voluntad será entonces el nuevo Equilibrio [...]"
Entonces el primero de los Khomnar y el más antiguo de los A&dacute;Nar partieron hacia Nabad para despertar al Déldar y cumplir así con la profecía, aunque los A&dacute;Erak de Ehnar y los Ocron se hubieran propuesto lo contrario. Y en Nabad se reanudará la guerra detenida en el tiempo, la guerra que terminará por consolidar o destruir el Equilibrio.
Los A&dacute;Erak del Sabar doblegaron las fuerzas del tiempo y detuvieron así la guerra, y todas las criaturas tuvieron entonces que abandonar Sháladam. Pero la amenaza de los A&dacute;Erak de Ehnar no había terminado.
Los Khomnar eran los guardianes de los cuerpos de los Eradetín, las criaturas llevadas a Sháladam para custodiar el equilibrio luego de que la guerra hubiera sido detenida. Pero las leyendas cobraron fuerza y el destino escrito comenzó a atormentar a los Khomnar, quienes vieron en Sháladam y en los Eradetín una condena de la cual nunca lograrían escapar. Las voces y los preceptos de los Antiguos comenzaron a perderse, los A&dacute;Erak habían abandonado el mundo del equilibrio. Los Khomnar se dividieron, corrompidos por las criaturas de Ehnar, y se negaron entonces a continuar custodiando los cuerpos de los Eradetín.
El equilibrio comenzaba a debilitarse, y para lograr conciliarse con los Khomnar, los Eradetín decidieron cruzar el portal hacia el mundo del cual hablaban las profecías: Nabad, donde las criaturas nacen y mueren en cuerpos propios. Pero la maldición de los A&dacute;Erak fue con ellos y entonces comenzaron a olvidar el destino que debían cumplir, y aunque nacieron en cuerpos propios, no pudieron recordar el pasado y terminaron por perderse entre los mortales.
Con los Khomnar abandonados en Sháladam y los Eradetín perdidos en Nabad, el Equilibrio de Lanark quedó a merced de los A&dacute;Erak de Ehnar. Los Ocron entonces comenzaron la búsqueda del portal hacia Nabad para dominar a los hombres mortales. Si lograban encontrarlos y llevarlos a Sháladam, podrían al fin dominar el Equilibrio; pero la más antigua de las profecías los atormentaba: "[...] Y cuando el primer Déldar haya regresado a Sháladam, el destino del Cradakab habrá sido sellado y su voluntad será entonces el nuevo Equilibrio [...]"
Entonces el primero de los Khomnar y el más antiguo de los A&dacute;Nar partieron hacia Nabad para despertar al Déldar y cumplir así con la profecía, aunque los A&dacute;Erak de Ehnar y los Ocron se hubieran propuesto lo contrario. Y en Nabad se reanudará la guerra detenida en el tiempo, la guerra que terminará por consolidar o destruir el Equilibrio.