Esta obra ofrece un nuevo enfoque, innovador, actual y riguroso, de la investigación científica en la educación. Profundiza en la epistemología de los datos educativos, buscando que los investigadores puedan mejorar sus prácticas científicas mediante una comprensión más profunda y un uso más eficaz de los mismos. Lo que distingue en especial a este libro es su orientación para diseñar investigaciones que generen datos con utilidad, validez, precisión y generalización óptimas. Este llamativo trabajo responde a los modelos de práctica basada en evidencias que ganaron popularidad a principios del siglo XXI. Estos modelos transformaron la investigación educativa, los procesos de evaluación del aprendizaje y la rendición de cuentas, imponiendo estándares más altos para la calidad de los datos. Se abordan fundamentalmente dos preguntas cruciales e interrelacionadas: ¿qué datos se generan en la educación? ¿Cómo planificar una investigación que garantice la utilidad y validez de estos datos? Los autores ofrecen un marco teórico robusto y reglas de evidencia claras que guían a los investigadores de la educación en la creación de estudios más fiables y relevantes.
Otra importante contribución de esta obra es su análisis histórico de la evolución de los datos en la investigación educativa. Se analiza la transición desde la búsqueda de la verdad a la búsqueda de conocimientos, y de allí a la búsqueda de evidencias y finalmente a la búsqueda de información. Este enfoque histórico proporciona un novedoso contexto que muestra cómo han cambiado las prioridades y métodos en la investigación educativa a lo largo del tiempo. Los autores no se limitan a discutir estos conceptos de manera abstracta; ofrecen reglas prácticas de evidencia que los investigadores pueden aplicar para garantizar la fiabilidad de sus datos. Estas reglas son un recurso invaluable para asegurar la precisión y relevancia de los hallazgos. La atención a la calidad de los datos y su generalización hace que este libro resulte sumamente útil en múltiples escenarios educativos.
El libro también aborda el desafío de interpretar los hallazgos científicos en un mundo dominado por los flujos de información. Con la proliferación de medios de comunicación, redes sociales y plataformas digitales, la información puede distorsionarse. Los autores subrayan la importancia de desarrollar habilidades críticas para descifrar los datos, enfatizando que su interpretación debe basarse en hechos científicos corroborados. En resumen, la presente obra es una contribución esencial para todos los investigadores y profesionales de la educación que deseen mejorar la precisión y relevancia de sus estudios, y les ayudará sobremanera a una interpretación crítica de los hallazgos científicos. Hablamos, así, de un libro indispensable para entender y aplicar métodos rigurosos en la investigación educativa.