Cristina, la bella heredera incapaz de concebir un hijo será la madre adoptiva de la criatura a la que pondrá de nombre ARITZA.
La niña demostrará sus poderes desde su nacimiento,que se irán multiplicando a medida que avancen los días. La comunión entre madre e hija se hará más estrecha y se comunicarán misteriosamente sin necesidad de palabras. El alma atribulada de la madre responderá al misterioso llamado de la sangre, distorsionado por siglos, hasta el definitivo momento de la catarsis final.