Una persona que no ha sido llamada a este ministerio también puede pedir a Dios que le dé un ministerio y Dios puede concedérselo si está en su voluntad, la escritura dice en 1ª de Timoteo 3:1-7: "1 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo".
Estas son cualidades y requisitos que un hombre que desea ministerio debe tener. Esto es lo que un siervo de Dios debe tener para ser acto para este santo ministerio. Una persona fraudulenta que usurpa ser pastor sin tener el llamado puede que el objetivo de lo que esté haciendo sea escandalizar la obra de nuestro Señor Jesucristo. En nuestros tiempos son muchos los pastores fraudulentos que se encuentran pastoreando y que están escandalizando la obra del Señor. En vez de difamar la obra del Señor es mejor ser un miembro activo y trabajar mano a mano con su pastor. Nosotros los pastores hemos sido llamados a predicar la palabra de Dios como está escrita, sin movernos ni a la derecha ni a la izquierda. Este fue el consejo que Dios dio a Josué en Josué 1:8: "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en
él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien".