Iris Margarita contaba con solo catorce años de edad cuando pensó haber encontrado el amor. Ella buscaba seguridad, paz, tranquilidad y amor, le entrega un amor limpio y puro, tierno, dócil, jurándo amarlo para toda la vida. José Luis tenía diez y siete años era muy trabajador y también había prometido amarla toda la vida. El vivía frustrado y cargado de problemas, era celoso, machista, violento, se sentía impotente ante la vida y tenía muy poca educación. Se había deleitado en su cuerpo, en su belleza, en su ternura, en su pasión. Ahora Iris era suya, le dijo que ella sería siempre de él, que su belleza era sólo para él. Repetía muchas veces que ella era solo para él. De repente se levantó de la cama, tomó su correa y comenzó a golpear a Iris. Ella gritaba de dolor, gritaba de miedo, de asombro, pero nadie escuchaba sus gritos, nadie vino a defenderla. Mientras la golpeaba salvajemente le decía que ella era solo para él. Él destrozó su piel, su corazón, destroza a toda la familia. Iris viviría abusos físicos, verbales, espirituales, emocionales y sexuales. José Luis viviría desorientado mentalmente.