La condición de escrupuloso profesor de lengua y literatura, por un lado, y la de impenitente trotamundos, por otro, unidas en la persona de
José Antonio Panero
, han dado a luz este libro de relatos.
De la mano del escritor ponferradino, el lector transita del desierto de Atacama o el México profundo al Camino de Santiago; de las brumas del Báltico a humildes pueblos leoneses modelados con arcilla; de la diamantina luz del Caribe a las espesas nieblas de La Cabrera... En esta
variedad de paisajes y escenarios
, hombres marcados con la señal de Caín en la frente, perfiles sicológicos que son en sí mismos epítomes de una época o mujeres solas que únicamente parecen aguardar la llegada del invierno viven y mueren sin remedio. La alta prosa poética de ciertos fragmentos da paso a la vulgaridad expresiva de algunos personajes cuando hablan o actúan según su natural condición. Y como un invisible hilo de Ariadna, enhebrándolas todas, el lector va descubriendo, además, sin dificultad alguna, el a veces sutil y otras veces no tan alambicado erotismo que electriza y enciende estas historias.