La guerra como vía de ascenso social en términos de las relaciones políticas, matrimoniales y propiedad de la tierra, teniendo como referente la vida del general José Laurencio Silva, héroe de la Independencia de Sudamérica, constituye el eje principal de la presente investigación. Existió la inquietud de averiguar cómo un hombre de la independencia e incondicional amigo del Libertador había logrado vincularse con la familia de éste, en un destacado ascenso social, y más aun tomando en cuenta su condición racial, a la par acumular ingentes extensiones de tierras y utilizar su prestigio como factor de poder.
Por otra parte, cómo una vez edificada la república, desde 1835 hasta el inicio de la guerra federal en 1859, se mantiene relacionado con Páez, Soublette, los Monagas y Julián Castro, ocupando importantes posiciones políticas y militares, durante tiempos de una Venezuela turbulenta. A través de investigaciones creemos haber dilucidado en buena medida las interrogantes formuladas, centrándonos en un repaso historiográfico relacionado con el fenómeno del caudillismo, referencia explicativa según varios autores del agitado siglo XIX venezolano.
En este sentido, se partió de la idea de explicar cómo los méritos de guerra, las relaciones políticas, matrimoniales y la acumulación de la propiedad de la tierra han sido mecanismos de dominación, poder social y económico. Estos factores son una constante en la historia hispanoamericana y, en particular, durante la época colonial cuando la obtención de mercedes de tierras por servicios a la Corona fue una de las vías para adquirir sus propiedades, clave en el enriquecimiento de algunas figuras, situación que se mantuvo en la etapa de independencia a través de la Ley de Haberes Militares. Ello no significa que fue, en gran medida, causa para la acumulación de la tierra, sino otra vía para obtener propiedades como recompensa por los servicios prestados durante la guerra.
De allí que los hombres de armas apoyados por sus tropas o aprovechándose de ellas, así como de sus rangos o influencias, obtuvieran grandes propiedades territoriales con la Ley de Haberes Militares como pago por sus esfuerzos en el triunfo contra los realistas. El mérito de guerra se convierte entonces, para algunos jefes militares, en una vía para la obtención de hatos y haciendas; y el sacrificio durante la lucha independentista dio paso a una situación de prosperidad y, ciertamente, de acumulación de tierras que permite a estos personajes escalar económica y socialmente, llegando a emparentarse por lazos matrimoniales con destacadas familias de la sociedad republicana de entonces.