Como nació la idea de este libro:
En el mes de Julio del 2001, me relocalicé a la ciudad de Springfield VA, y empecé mi nuevo empleo con la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés), en Washington DC. El día 11 de septiembre del 2001, me encontraba en un salón juntas del Departamento de Transportación en la ciudad de Washington, D.C. Apenas habíamos comenzado la junta cuando se escuchó, por medio de una bocina, una voz anunciando que un avión se había estrellado “accidentalmente” en una de las torres gemelas en la ciudad de Nueva York. Como estábamos en un salón cerrado, fue todo lo que escuchamos, y nos imaginamos que se trataba de un “pequeño accidente”. Pero minutos después la voz se dejó escuchar de nuevo anunciando un segundo “accidente”, en esta ocasión anunciando que “aparentemente se trataba de un ataque terrorista”. Segundos después, se dio la orden, a todos los empleados del gobierno federal, de desalojar todos los edificios de la Capital de los EU y que volvieran a sus casas. Salí a la calle, y pude ver a cientos de personas confundidas, aterrorizadas por lo que estaba sucediendo. Arriba, revoloteaban los aviones de guerra que estaban cuidando la ciudad de un posible ataque, parecía como si estuviera presenciando una película, una pesadilla. Un tercer avión comercial cayó en una zona rural del estado de Pensilvania y un cuarto más se estrelló en el Pentágono… a menos de dos kilómetros de donde yo me encontraba. A partir de este suceso empecé a leer y aprender acerca del islam… una religión que se expande rápidamente en todo rincón del mundo… por esta razón debemos de instruirnos acerca de las doctrinas y enseñanzas del Islam. Tal vez así logremos entender por qué los musulmanes siempre presentarán el peligro de atacar las sociedades no islámicas – llamadas infideles.