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Mi tiempo en el cielo: Una historia verdadera de muerte y regreso
Barnes and Noble
Mi tiempo en el cielo: Una historia verdadera de muerte y regreso
Current price: $19.99
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Size: Audiobook
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No lo puedo explicar
; sólo puedo contarle lo que vi, y el lenguaje es insuficiente, porque realmente es indescriptible: los paisajes, los sonidos, los tamaños, los colores, los olores. ¿Cómo se puede describir un lugar llamado cielo? Recuerdo saber cosas que ahora no puedo recordar (o se supone que no debo recordar). Se me permitió ver muchas cosas, pero había mucho más que no se me permitió ver. Muchos otros han tenido experiencias similares del cielo, y algunas de las cosas que vieron eran las mismas que lo que yo vi. Otras no, y si a usted le enseñaran un lugar llamado cielo, también vería cosas diferentes. Cada persona que haya tenido una experiencia como esta lo verá de forma distinta. Muchas de las cosas que vi y de las que fui testigo probablemente no fueron las cosas que otra persona vería, porque somos personas individuales y Dios trata con nosotros de forma individual. Las cosas que vi me ministraron, y creo que también ministrarán a los que lean este libro. Jesús me dijo: “Nunca te olvides de lo mucho que te amo y de lo que he hecho por ti. Nunca te olvides de cuánto amo a aquellos con los que regresas y del lugar que he preparado para ellos, y de cuánto los amo”. No puedo explicarlo; tan sólo puedo contarle lo que vi, y sólo puedo contar parte. —Rev. Richard Sigmund
I can’t explain it
. I can only tell you what I saw. And language fails. It really is indescribable: the sights, the sounds, the sizes, the colors, the smells. How can one describe a place called heaven? I remember knowing things there that I can’t remember now—or am not supposed to remember. I was allowed to see many things, but there was much more that I was not allowed to see. Many others have had similar experiences of heaven, and some of the things they saw were the same as what I saw. Others were not. And if you were shown a place called heaven, you would see different things, too. Everybody who has an experience like this is going to see it differently. Many of the things that I saw and witnessed would probably not be the things that another person would see because we are each individuals, and God deals with us in individual ways. The things that I saw related and ministered to me, and I believe they will also minister to those who read this book. Jesus told me, “Don’t ever forget how much I love you and what I have done for you. Never forget how much I love those whom you are going back to and the place I have prepared for them and how much I love them.” I can’t explain it. I can only tell you what I saw. And I can tell only so much. —Rev. Richard Sigmund
; sólo puedo contarle lo que vi, y el lenguaje es insuficiente, porque realmente es indescriptible: los paisajes, los sonidos, los tamaños, los colores, los olores. ¿Cómo se puede describir un lugar llamado cielo? Recuerdo saber cosas que ahora no puedo recordar (o se supone que no debo recordar). Se me permitió ver muchas cosas, pero había mucho más que no se me permitió ver. Muchos otros han tenido experiencias similares del cielo, y algunas de las cosas que vieron eran las mismas que lo que yo vi. Otras no, y si a usted le enseñaran un lugar llamado cielo, también vería cosas diferentes. Cada persona que haya tenido una experiencia como esta lo verá de forma distinta. Muchas de las cosas que vi y de las que fui testigo probablemente no fueron las cosas que otra persona vería, porque somos personas individuales y Dios trata con nosotros de forma individual. Las cosas que vi me ministraron, y creo que también ministrarán a los que lean este libro. Jesús me dijo: “Nunca te olvides de lo mucho que te amo y de lo que he hecho por ti. Nunca te olvides de cuánto amo a aquellos con los que regresas y del lugar que he preparado para ellos, y de cuánto los amo”. No puedo explicarlo; tan sólo puedo contarle lo que vi, y sólo puedo contar parte. —Rev. Richard Sigmund
I can’t explain it
. I can only tell you what I saw. And language fails. It really is indescribable: the sights, the sounds, the sizes, the colors, the smells. How can one describe a place called heaven? I remember knowing things there that I can’t remember now—or am not supposed to remember. I was allowed to see many things, but there was much more that I was not allowed to see. Many others have had similar experiences of heaven, and some of the things they saw were the same as what I saw. Others were not. And if you were shown a place called heaven, you would see different things, too. Everybody who has an experience like this is going to see it differently. Many of the things that I saw and witnessed would probably not be the things that another person would see because we are each individuals, and God deals with us in individual ways. The things that I saw related and ministered to me, and I believe they will also minister to those who read this book. Jesus told me, “Don’t ever forget how much I love you and what I have done for you. Never forget how much I love those whom you are going back to and the place I have prepared for them and how much I love them.” I can’t explain it. I can only tell you what I saw. And I can tell only so much. —Rev. Richard Sigmund