Una historia poderosa sobre las formas en que una vida entera puede cambiar en una noche: una azafata se despierta en el hotel equivocado, en la cama equivocada, con un hombre muerto, y sin idea de lo que sucedió… Cassandra Bowden no es ajena a las mañanas con resaca. Es una bebedora compulsiva, su trabajo en la aerolínea facilita la búsqueda de aventuras y los apagones ocasionales parecen ser inevitables. Vive con ellos y el odio a sí misma que lo acompaña. Cuando se despierta en la habitación de un hotel de Dubai, intenta reconstruir la noche anterior, contando los minutos hasta que tiene que tomar el transporte de la tripulación al aeropuerto. Silenciosamente se desliza fuera de la cama y mira al hombre con el que pasó la noche. Ve su cabello oscuro, su completa quietud. Y sangre, un charco resbaladizo y todavía húmedo sobre las sábanas blancas. Con miedo de llamar a la policía -es una mujer soltera sola en una habitación de hotel lejos de casa- Cassie comienza a mentir. Miente mientras se une a los otros asistentes de vuelo y pilotos en la camioneta. Miente camino a París mientras trabaja en la cabina de primera clase. Miente a los agentes del FBI que en Nueva York la reciben en la puerta. Pronto será demasiado tarde para confesar o afrontar la verdad sobre lo que realmente sucedió en Dubái. ¿Podría haberlo matado? Y si no, ¿quién lo hizo?