Por primera vez se publica esta novela de forma ilustrada: cuenta con 134 ilustraciones a color y casi 200 en blanco y negro de Eduardo Arroyo, y fue concebida para conmemorar el centenario de la primera edición del libro en París. La obra narra un día cualquiera en la vida de Leopold Bloom en Dublín. El artista neofigurativo Eduardo Arroyo (1937-2018), considerado hoy como uno de los más grandes pintores españoles de su generación, soñaba con ilustrar el Ulises de James Joyce. Aunque comenzó a trabajar en el proyecto en 1989, nunca se publicó durante su vida: Stephen James Joyce, el nieto de Joyce y el albacea protector de su patrimonio, se negó a permitirlo, argumentando que su abuelo nunca hubiera querido que se ilustrara la novela. De hecho, apareció una tirada limitada en 1935 con litografías de Henri Matisse, que supuestamente enfureció a Joyce cuando se dio cuenta de que Matisse, sin haber leído el libro, simplemente había representado escenas de la Odisea de Homero.
This strikingly illustrated edition presents Joyce’s epic novel in a new, more accessible light, while showcasing the incredible talent of a leading Spanish artist. The neo-figurative artist Eduardo Arroyo (1937–2018), regarded today as one of the greatest Spanish painters of his generation, dreamed of illustrating James Joyce’s Ulysses. Although he began work on the project in 1989, it was never published during his lifetime: Stephen James Joyce, Joyce’s grandson and the infamously protective executor of his estate, refused to allow it, arguing that his grandfather would never have wanted the novel illustrated. In fact, a limited run appeared in 1935 with lithographs by Henri Matisse, which reportedly infuriated Joyce when he realized that Matisse, not having actually read the book, had merely depicted scenes from Homer’s Odyssey.