Para Sydney, de veintiún años, estar enamorada de Kyler no es nada nuevo. Habían sido mejores amigos desde que la empujó al patio de recreo y ella lo hizo comer un pastel de barro. En algún momento a lo largo de los años, ella se enamora de él perdidamente. ¿Cuál es el gran problema? Kyler nunca ha permanecido con una chica más que algunas noches, y dado que es su último año en la universidad, Syd no quiere arriesgar su amistad al declarar su amor.