Louna ha pasado sus años de escuela secundaria trabajando en el exitoso negocio de planificación de bodas de su madre. Ha visto todo tipo de bodas: grandes y lujosas, pequeñas e íntimas, en el campo o en la playa. Ella se ha enfrentado a todas las crisis que pueden afectar a una boda, así como a las damas de honor que le roban el protagonismo a las novias, los novios controladores, madres de novias mandonas e incluso la ocasional novia que se escapa sin casarse. Su visión del amor, que no es algo eterno, se ha visto influenciada también por el cinismo de su madre, quedisfruta apostando por cuánto durará cada matrimonio. Y la propia experiencia de Louna la ha hecho desconfiar del amor: su feliz primer amor, visto ahora desde flashbacks intermitentes, terminó en un trágico evento. Cuando Ambrose, un chico guapo, encantador y despistado llega a trabajar para su madre, Louna se indigna por la cantidad de mujeres con las que él tiene amoríos; él a su vez está consternado por la negación de ella a socializar en lo absoluto. Hacen una apuesta: Louna tendrá una serie de citas con varios hombres, mientras que Ambrose intentará una relación a largo plazo con una mujer. Pero al final, es del propio Ambrose de quien Louna se enamora, ¡exactamente lo que él pretendía que pasara! Louna has spent her high school years working at her mother's successful wedding planning business. She's seen every sort of wedding: big and lavish, small and intimate, at country clubs or on the beach. She's dealt with every crises that can bedevil a wedding—as well as scene-stealing bridesmaids, controlling grooms, bossy mothers-of-the-bride, and even the occasional AWOL bride. Her view of the non-everlasting nature of love has been colored by the cynicism of her mother, who enjoys laying odds on how long each marriage will last. And Louna's own experience has made her wary: her blissful first love, seen in intermittent flashbacks, ended in tragic loss. When handsome, charming, scatterbrained Ambrose comes to work for her mother, Louna is indignant at the number of women he juggles; he is appalled by her refusal to socialize at all. They make a bet: Louna will go on a series of dates while Ambrose will attempt a long-term relationship with one woman. But in the end, it is Ambrose himself that Louna falls for—exactly what Ambrose intended!