Una fría noche de noviembre, cuando Kat Kominski tenía quince años, ella y algunos amigos atracaron un pequeño supermercado. Con la exaltación del momento, uno de sus compañeros disparó y mató a un policía fuera de servicio que hacía horas extras como guardia de seguridad. Kat y sus amigos huyeron de la escena, y no atraparon a nadie. Trece años más tarde, Kat, que ahora es Kate White, se ha construido una nueva vida. Madre viuda de un niño de nueve años, trabaja de fiscal en la oficina del fiscal del distrito de Filadelfia. Pero su oscuro pasado vuelve para atormentarla cuando entra en los juzgados un día y tiene un encuentro devastador con un preso, Mario Castellanos, uno de sus compañeros de aquella noche terrible. Mario, delincuente de tomo y lomo, se enfrenta a una posible condena de veinte años. Le hace saber a Kate, su antigua amiga convertida en fiscal, que cuenta con ella para que logre su libertad. Si no hace lo que le pide, declarará que fue ella quien mató al guardia de seguridad. Kate está en un aprieto: si la verdad sobre su pasado sale a la luz, se arriesga a perderlo todo, incluso a su hijo.