Humberto Párraga escribió los ensayos de Espejos y Espejismos en el curso de varios años, como producciones individuales que, finalmente formaron un grupo aleatorio, en el que la única consideración es el mérito de las acciones de los personajes y sus repercusiones en el ámbito histórico, social y artístico. Desde el principio se evidencia ₋por un lado₋ la clara intención de iluminar la confusión existente en torno de algunos de estos personajes; tal el caso de don Eduardo Avaroa, un héroe genuino, a veces, juzgado injustamente, luego de haber sido casi un desconocido, a través de los años; y ₋ por otro lado₋ la de otorgar reconocimiento justiciero a personajes que, por razones variables, nunca lo recibieron en Bolivia, tal el caso del misionero de Maryknoll, Roy Bourgeois, en su lucha contra la Escuela de las Américas (EDA) . Al referirse a Bourgeois, el autor enfatiza que las acciones de éste ejercieron una poderosa influencia en el cambio de la estructura de la EDA; una agencia del ejército estadounidense encargada de proveer entrenamiento a oficiales y soldados de los ejércitos de muchos países latinoamericanos, promoviendo la perpetuación de las dictaduras militares por más de 30 años. Los diálogos de la Segunda Parte referencian la historia del descubrimiento del Nuevo Mundo, el Colonialismo, la alienación de los nativos, los cambios sociales, religiosos y el advenimiento de un número de repúblicas inestables. A pesar de la temática conocida, estos ensayos resultan casi novedosos, porque desafían nuestra presunción de suficiencia en esta rama del conocimiento, con su calidad didáctica, interpretativa, y la magnitud de la documentación bibliográfica.