¿Qué debemos hacer y cómo actuar en momentos desesperantes de nuestra vida, cuando las promesas de Dios parecen tardar demasiado o que éstas no llegarán? Sólo conociendo y aplicando los principios bíblicos que nos ayudarán a mantener la fe, la esperanza, y desarrollar la paciencia; es posible recibir, alcanzar y obtener lo prometido; aun y cuando lo que vemos y sentimos nos diga que ya no sucederá, y no es posible que se cumpla por el paso del tiempo y las condiciones que vivimos. Porque son la esperanza y la paciencia las que un día nos harán ver cumplidas y hechas realidad las promesas de Dios que tanto hemos anhelado y esperado quizás por días, meses e incluso años.