Fuimos muchos los aspirantes al puesto de trabajo, ahora solo quedábamos tres y . ¿Nerviosa yo? Solo diré que no paraba de darle vueltas a mi pulsera de la suerte y que estaba muy cerca de ponerme a rezar al ficus de plástico que había en la esquina. Sabía que había dado lo mejor de mí y que lo que fuera a pasar en los próximos minutos ya no estaba en mi mano. Pero aún así... Estaba en juego la posibilidad de trabajar con , el grupo musical más exitoso del momento. Que hubiera ido al colegio con uno de los integrantes del grupo, y aún pudiera llamarlo amigo, no iba a influir a mi favor. Pues . Me temblaban las manos, pero cuando la puerta del despacho se abrió me puse en pie y...