Han pasado varias semanas desde que Regit desapareció envuelto en llamas negras en la ciudad subterránea sin nombre donde el grupo fue atacado por los drows. Grando y Esmeralda se culpan a sí mismos por no haber podido evitarlo pero no tienen mucho tiempo para pensar, ya que escasas horas después su campamento es atacado por las hordas del ejército que tomó Rostaña días atrás y los llevan a todos a las mazmorras de la Fortaleza Blanca del Norte. El grupo, herido y minado moralmente por la pérdida de Regit deberá hallar el modo de escapar de la fortaleza y buscarlo usando todos los medios a su alcance mientras el mercenario, en lo más profundo de la tierra, en la gran capital de los drows, es víctima de los experimentos de éstos en su intento de encontrar alguien capaz de dominar a un monstruo que ha sembrado el caos en el oscuro submundo desde el principio de los tiempos: El Voranto. Regit, elegido por contar con la bendición de Cibeles, la Diosa Verde, deberá encontrar el modo de controlar al monstruo que ahora mora dentro de él y utilizarlo a su favor para poder volver a la superficie.