En esta novela que transcurre en los años finales de la guerra contra Fulgencio Batista y los iniciales y convulsos del establecimiento de la revolución, se narra el proceso de división y desintegración de la familia de José Francisco, el personaje-narrador desde su visión de niño y adolescente. Nada puede los esfuerzos de la abuela paterna, en los últimos años de su vida, por mantener la unión de la familia ni por aliviar las desavenencias de sus hijos colocados de pronto en bandos diferentes. Los bajos instintos florecen. Al adolescente José Francisco le toca vivir los días finales de la guerra, la pérdida de su inocencia, las peleas, insultos y amenazas entre sus familiares, la detención de su padre durante la invasión de Playa Girón, el terror a una guerra nuclear en las jornadas de la crisis de octubre, la pérdida de su primer amor de la infancia enviada por sus padres a los Estados Unidos de América por el temor de perder la patria potestad sobre ella, el miedo de ser llamado al servicio militar cuando alcanzara la edad de servir. En medio de esas circunstancias surge la pasión de la adolescencia por la joven Reina Victoria. Un amor difícil y doloroso marcado también por las diferencias políticas.