Durante más de 30 años he ejercido mi profesión de Psicóloga y Orientadora Familiar. He estado rodeada de familias, niños y adolescentes. Por ello, al empezar el tercer milenio escribí esta obra para que fuera un elemento de guía para defender la familia y contribuir al desarrollo de cada persona. En la familia, los padres van creando la herencia familiar que, a su vez, hará de cada hijo un retransmisor de costumbres, de cultura. Los padres son los sembradores para poder vivir positiva o negativamente. Ellos moderan al hijo que, al ir creciendo, tendrá la libertad de escoger su camino. Es una ardua labor: convivir, educar, no reprimir, escuchar y tener un constante diálogo con la pareja e hijos, que finalmente se van integrando y así se construye el hogar sobre roca firme. A lo largo de estas páginas he descrito los factores que han venido destruyendo la otrora exitosa vida familiar. Consideré importante volver a reforzar su estructura para evitar, precisamente, lo que sus detractores pretenden: debilitarla y hacerla desaparecer. Debemos luchar de acuerdo con nuestras posibilidades por la familia. Como nos dice el Papa Benedicto XVI "La Familia es la Paz". Deseo que este libro aporte un bien a quienes lo lean y reflexionen que vale la pena luchar por la familia, pues si no hay familia no hay futuro humano. EI vivir permite trascender en la vida, favorece el servicio a los demás y a la comunidad, además de gozar de un sano ambiente social.