Durante el período Devónico, los peces sarcopterigios, que tenían pulmones y aletas con extremidades huesudas, evolucionaron hasta convertirse en los primeros anfibios. Florecieron durante las épocas del Carbonífero y el Pérmico, cuando estaban en el apogeo de su poder, pero finalmente fueron superados por reptiles y otros animales. Ha habido mucho debate sobre dónde aparecieron por primera vez los anfibios modernos, los Lissamphibia (hace aproximadamente 250 millones de años en el Triásico temprano). Nueva evidencia sugiere, sin embargo, que descendieron de los temnospóndilos de la era Pérmica, el grupo más diversificado de anfibios extintos. Anura (las ranas), Urodela (las salamandras) y Apoda (las cecilias) son los tres órdenes vivos de anfibios. La familia Albanerpetontidae, la cuarta, se extinguió hace unos 2 millones de años. Se han identificado unas 8.000 especies de anfibios, y las ranas representan casi el 90% de ese total. La rana de Nueva Guinea (Paedophryne amauensis) es el anfibio (y vertebrado) más pequeño del mundo, con una longitud de apenas 7,7 mm (0,30 pulgadas). La salamandra gigante del sur de China ( Andrias sligoi ) es el anfibio vivo más grande con 1,8 m (5 pies 11 pulgadas) de largo, aunque los temnospóndilos extintos como Mastodonsaurus , que podían llegar a medir 6 m (20 pies) de largo, eran mucho más grandes. La herpetología abarca tanto la batracología (el estudio de los anfibios) como la ictiología (el estudio de los reptiles y los anfibios).