A pesar de haberse criado en las tierras de la luna, Marcus es consciente de que su abuelo lo considera su heredero. En ausencia de su padre, fallecido años atrás, él debería ser el futuro señor del Clan Ashbourne. Antes de aceptar su destino, tendrá que viajar a las tierras del viento para averiguar si es lo que realmente desea. La decisión parece fácil: su familia, sus amigos y su vida están en Selene, no en Eolo. Le demostrará a su abuelo que su lugar no está allí. Sin embargo, no espera encontrarse con una mujer capaz de poner su vida patas arriba. Shawnee es una superviviente. Tras escapar del infierno y recobrar su libertad, ha tratado de recuperar también el resto de su vida. Pero hay una parte que se le resiste: su cuerpo ha perdido por completo la sensibilidad, y nada de lo que hace es capaz de revertir eso. Hasta que conoce a Marcus. Vienen de mundos tan distintos que algo así no puede funcionar. Una mujer rota no está a la altura de un señor del viento. Pero un hombre enamorado es capaz de cualquier cosa por la mujer que ama. Y, en tiempos difíciles, hay que atreverse a luchar por el amor.