Esta no es una contraportada normal. Es una advertencia. Escucha. En Puerto Rico, ver un par de zapatos solitarios colgando de un cordel es signo de mal agüero, señal de que hay que tener cuidado, y de que lo mejor que puedes hacer es salir huyendo. Por lo menos mi abuelita me lo decía. Mi mamá también... En esta nueva entrega, Luis Rodríguez Martínez nos toma de la mano para que recorramos un camino repleto de historias malditas en las que sus protagonistas comulgan de las manos de la locura. Lo inesperado espera a la vuelta de la página para quien siga mansamente el rastro de migas de pan. Sin embargo, no nos hacemos responsables de lo que encuentres al final del camino. Un último aviso, no siempre es bueno escuchar lo que dicen las madres. Hay consejos que pueden ser funestos. También hay libros que pueden ser funestos y leerlos puede transformarte para siempre. Ángela María Valentín Rodríguez, PhDUniversidad de Puerto RicoRecinto de Mayagüez